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Trabajadores universitarios han denunciado que el gobierno nacional mantiene una deuda salarial que alcanza los 16 mil dólares por cada trabajador. Solo desde 2022 hasta agosto de 2024, el gobierno no les pagó 15.965 dólares a cada uno de ellos.
Dionis Dávila, secretario general del Sindicato de Profesionales y Técnicos Superiores Universitarios de la Universidad de Los Andes (Siprula), explicó que este cálculo se fundamenta en la canasta básica, que sirve para determinar el salario mínimo. En 2022, el gobierno no les canceló 5.294 dólares; en 2023, la deuda se fue de 6.339 dólares; y entre enero y agosto de 2024, los universitarios han dejado de percibir 4.332 dólares.
El monto mencionado se obtiene a partir de la suma del ingreso mínimo establecido en la tabla salarial, basado en la canasta básica, junto con beneficios laborales y bonos contemplados en el contrato colectivo. Así, el gobierno adeuda 15.965 dólares a cada trabajador, activo o jubilado.
Este monto ilustra la grave crisis salarial que atraviesan los venezolanos, quienes, en la actualidad, perciben un 75% menos de lo que cuesta la canasta básica familiar, ancla de las exigencias salariales del sector. Es importante destacar que el monto de la deuda es aún mayor, ya que el déficit salarial supera los 10 años, mientras que este cálculo se ha realizado exclusivamente desde 2022.
Exigencias del Sector
Después de 930 días sin un aumento salarial, los trabajadores de la Universidad de Los Andes exigen un ajuste urgente para poder continuar con sus funciones dentro de la casa de estudios.
Dávila destacó que, en la actualidad, todos los trabajadores públicos sobreviven con un ingreso de apenas 3,5 dólares al mes, correspondiente al salario mínimo. A este monto se suman los bonos aprobados por el Ejecutivo Nacional, lo que podría elevar el ingreso total a 130 dólares mensuales, cantidad que apenas cubre el 25% de la canasta básica familiar, calculada en 539,16 dólares al 1 de octubre.
Dávila, quien también es presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Profesionales Universitarios de Venezuela (Fenasipruv), subrayó que el salario integral actual de los universitarios solo permite cubrir los costos de transporte durante dos o tres días, lo que imposibilita su asistencia regular a las jornadas laborales.
"Una de las interrogantes que tenemos a puertas (en el inicio del período académico) es que no sabemos quién va a regresar. Quién va a trabajar", dijo el ulandino.
