Durante
las últimas semanas se ha visto un crecimiento en la cantidad de vendedores
informales en las inmediaciones de la calle 26 en el centro de la ciudad, que
afectan el libre tránsito y peatonal por esta importante zona de Mérida.
Vendedores
de frutas, verduras, ropa, chicharrones, jugo de caña y otros productos, se
ubican en una acera que fue diseñada exclusivamente para el uso peatonal.
“Los merideños coinciden en que la reubicación
de los trabajadores informales es competencia de las autoridades, en este caso
de la alcaldía del municipio Libertador. Nosotros como ciudadanos transeúntes
lo que deberíamos solicitar es el desalojo, pues es imposible pasar por las
aceras”, expresó Doris Carrillo.
Aunque
son padres y madres de familia que buscan de manera honrada llevar el pan
diario a sus hogares trabajando en las calles de la ciudad, no son conscientes
del impacto negativo que generan a otros. /JQ