Lo que proyectaron como un gran museo, en el año
2013, fecha en la que PDVSA La Estancia compró el inmueble, hoy está totalmente
a la intemperie, está ubicado en el sector Valle Nuevo, vía hacia el Páramo de
Mariño Bailadores.
No se sabe para dónde fueron a parar los recursos
que le aprobaron a una empresa de Caracas, la cual ésta a su vez subcontrató a
otra de Mérida.
Lo cierto es que tumbaron la casa donde desarrolló
sus grandes obras el ilustre tecnólogo venezolano quien en vida recibió de la
Universidad de Los Andes el título de doctor honoris causa «por su útil labor
creativa».
En este lugar solo levantaron columnas de madera y
un techo de caña brava, en la actualidad está rodeado de maleza y alimañas.
Solo quedan algunos vestigios de lo que fue el gran legado del tecnólogo e
inventor popular autodidacta. /Periodistas:
Walter Jaimes- Daniel Molina