De 167 delitos cometidos en 2019 en los que los
agresores usaron armas de fuego, esa cifra bajó a 14 en 2023 (específicamente
hasta el mes de noviembre), lo que revela una significativa disminución en la
escena criminal del tipo de armas explosivas o que usan municiones.
La confirmación de esta tendencia a la baja la
evidenciaron los investigadores del Observatorio Venezolano de Violencia en
Mérida (OVV Mérida) tras someter al escrutinio las mediciones y análisis de las
reseñas de prensa aparecidas en los medios de comunicación social de la
entidad, durante el lapso de enero de 2019 a noviembre de 2023. Estas cifras
deben verse como relativas -dada la naturaleza de los datos manejados- lo que
lleva a la organización a aclarar que estos números provienen sólo de los casos
que llegaron a ser conocidos por la sociedad, “lo que conduce a suponer la
existencia de un subregistro difícil de estimar”.
Observando por años la
disminución en el uso de armas de fuego (revólveres, pistolas, rifles, entre
otros), se constata -como ya se indicó- que de 167 actos en los que estuvieron
presentes este tipo de herramienta delictiva, bajaron a 60 casos en el año
2020. Este tipo de armas siguió desapareciendo progresivamente del escenario
criminal merideño, ya que en 2021 se detectaron sólo en 54 delitos y 21 en el
2022. Este año 2023 sólo en 14 transgresiones se confirmó el uso de este tipo
de armamento. /Prensa OVV Mérida