Como una manera de vencer sus conflictos satisfacer sus aspiraciones y determinar el nivel de aprobación entre el pueblo venezolano, los partidos judicializados y todos los creados a la sombra y tutela oficial deben pasar del reclamo injusto a la competencia entre ellos.
Daniel García secretario General del Partido Merideño Independiente (PMI) exhorto a este escandaloso y cabresteado conglomerado político a formalizar un proceso de primarias que satisfaga sus expectativas y brinde al oficialismo su anhelado candidato opositor.
Hemos visto a varios dirigentes
de organizaciones judicializadas como el ex aspirantes Bernabé Gutiérrez (AD) y
otros aspirantes como
, Eduardo Martínez (AD), Juan Carlos Alvarado (COPEI) cuestionar y desacreditar el proceso de primarias consumado el pasado 22 de octubre y a José Brito (Primero Venezuela) cumpliendo un mandato de origen plenamente identificado de judicializar errónea y extemporáneamente el proceso y sus resultados, donde se definió como candidata a la Presidencia a María Corina Machado, con un indiscutible, inédito e irreprochable 93% de los votos totales. Victoria reconocida por todos los participantes y ratificada igualmente, luego del adefesio inaplicable emanado del TSJ.
Si bien este sector opositor
mayoritario ahora victoriosamente cuantificado, ha definido su candidatura y
este
otro sector que dice ser opositor, declarados como indescifrables y severamente cuestionados por el origen de su ascenso, para ejercer la conducción de sus partidos y otros por su obscura constitución express ante el viciado ente rector, reclaman y exigen un proceso para medirse entre iguales, como de hecho lo son, tienen la oportunidad y el deber de convenirlo y ejecutarlo.
Los prenombrados aspirantes junto a otros como: Claudio Fermín (Soluciones para Venezuela), Benjamín Rausseo (Independiente), Timoteo Zambrano (Cambiemos), Javier Bertucci (El Cambio), Antonio Escarri (Alianza Lápiz/ Avanzada Progresista), Leocenis García (Pro Ciudadanos) entre otros , todos abiertamente cómodos, frente la cruel realidad que se vive y vergonzosamente antagónicos a quienes decretaron y defienden el cambio, con candidata ya definida y legitimada, fueron motivo suficiente para haberse descartado, negado u obviado su participación el pasado 22 de octubre.
Sin embargo, pese a los intereses innobles que mueven a este sector influido e intervenido por el oficialismo, serán inevitablemente actores políticos en el venidero proceso electoral. Su valoración numérica es imperceptible y es por esto que todas sus acciones y baterías se mantendrán infructuosamente activas contra la esperanza de los venezolanos.
Tienen CNE, recursos e
instituciones a sus servicios y tiempo suficiente para realizar sus primarias.
Sería interesante ver los resultados de unas primarias de los exigentes e
injerencistas del PSUV donde permitieran la participación de varios aspirantes,
seguramente el Sr. Maduro perdería su nominación impuesta y otras de sus
manipuladas criaturas "opositoras", sería un día de luto nacional y
de nula participación./Prensa PMI