El nacimiento de la ciudad de Mérida no fue un fenómeno del crecimiento poblacional campesino, obedeció a transformaciones culturales innovadoras que produjeron un alumbramiento de las capacidades humanas que con sacrificio y entereza reforzaron su identidad hasta alcanzar su civilización urbana.
En la actualidad los merideños cada día sufrimos la calamidad por no contar con servicios públicos de calidad: vialidad urbana e interurbana, agua potable, suministro de combustibles, transporte, telecomunicaciones, se suman a la lista el irregular servicio de energía eléctrica, el deteriorado servicio de salud, educación y la inseguridad.
Los servicios públicos son todas aquellas actividades llevadas a cabo por los organismos del Estado o bajo el control y la regulación de este, cuyo objetivo es satisfacer las necesidades de una colectividad garantizando la igualdad entre los ciudadanos, se trata siempre de una actividad, a favor de otros. Se trata, por tanto, de una actividad prestacional; pero no de cualquier tipo de prestación sino de una que es de interés de todos, de interés público o colectivo.
La deficiente prestación de los servicios públicos en el estado Mérida, hace que la vida de las personas sea aún más difícil porque el agua potable no llega a viviendas, locales y centros comerciales, la vialidad urbana e interurbana se encuentra en estado calamitoso, lo mismo ocurre con los combustibles ajustados a precios internacionales y ahora se deben disponer de muchas horas y hasta de varios días para adquirirlo.
Sabemos que existió un modelo de desarrollo para Mérida y que éste se perdió en su transitar, ahora bajo la influencia del conocimiento de nuestra bicentenaria Universidad de Los Andes, deberíamos encontrar un prototipo en el que se conjuguen las aspiraciones de toda la sociedad merideña, sin distingos de ninguna naturaleza.
Si todos queremos transitar un verdadero camino de progreso humano y permanecer en una ciudad que en años anteriores alcanzó un admisible nivel de satisfacción de necesidades básicas, debemos aunar voluntades para reconstruir una ciudad que sea equitativa, segura, saludable, ordenada, educativa y ambiental, tal como lo reflejó el profesor William Lobo Quintero en su obra: “Mérida sostenible, una ciudad para la gente”.
La Cámara de Comercio e Industria del estado Mérida, apoya decididamente la propuesta realizada por nuestro organismo cúpula Fedecámaras-Mérida, como es declarar a nuestra entidad, en estado de emergencia a fin de llamar la atención del Ejecutivo Nacional para que corrija y cumpla la misión de prestar eficientes servicios públicos tal como está establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.