Cada vez que caen las torrenciales precipitaciones sobre la ciudad de Mérida, el agua hace de las suyas sobre los espacios del Centro Cultural Tulio Febres Cordero, ya que la misma se acumula sobre el techo de esta imponente obra arquitectónica dedicada al quehacer cultural, provocando un colapso interno producto de años de falta de inversión para su respectivo mantenimiento preventivo y correctivo.
Durante años está situación se ha mantenido, lo que ha generado serios daños a la infraestructura, siendo sus salas de teatro las más afectadas, tal y como se constató es la sala Gonzalo Picón Febres, la más grande con la que cuenta este importante Centro Cultural, donde el pasado viernes un grupo de espectadores presenciaban una actividad en la sala y las gotas de lluvia caían libremente en el interior del recinto lo cual provocó incomodidad en los presentes, mientras que el agua se empozaba sobre la alfombra provocando malos olores.
Urge una intervención inmediata sobre la infraestructura del estado dedicada a la actividad cultural, en este caso particular ya la capa asfáltica se encuentra vencida y ello genera esta triste y lamentable situación cada vez que llueve sobre nuestra ciudad.
Sin embargo, es imperante señalar que esta no es la única situación que afecta a esta obra de la arquitectura de Iván Castellano, inaugurada en el año 1994, durante el gobierno de Jesús Rondón Nucete, (Chuy Copei), puesto que existe una seria proliferación de palomas, que llenan los espacios de plumas y piojos; que afectan la salud no solamente de los trabajadores, sino de los visitantes y artistas que hacen uso de los espacios para las distintas presentaciones públicas.
Informaron conocedores del patrimonio que “Hay otros espacios dentro del recinto cultural también afectados, uno de ellos la Sala Spinetti Dini, la cual debió ser clausurada durante algún tiempo, así mismo las oficinas administrativas del Gabinete de Cultura, extensión del Ministerio del Poder Popular para Cultura en Mérida, sin dejar de mencionar el Museo de Arte Moderno Juan Astorga Anta, donde se encuentran obras de arte de importantes artistas como Jesús Soto, José Manaure, César Rengifo, entre otros” por atravesar situaciones similares.
La administración de este icónico edificio ubicado en el corazón de la ciudad, recae sobre la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida (FUNDECEM), dependencia de la Gobernación del Estado Bolivariano de Mérida ente a quien compete la inmediata atención e intervención de estos espacios, para evitar daños mayores hacia la población merideña, hacia los cultores y trabajadores de este importante Centro Cultural del occidente venezolano. JQ, CNP 23.851.