Son varios problemas que
aquejan al personal médico: el déficit del personal de enfermería,
insuficientes equipos de bioseguridad, el envío a destiempo de los medicamentos
y la escasez de gasolina.
Jade
Delgado
El
miedo a contagiarse de COVID-19 ante la deficiencia de equipos de bioseguridad
fue manifestado este jueves por médicos del Hospital Universitario de Los Andes
en Mérida.
Actualmente
existe un déficit cercano al 50 por ciento del personal de enfermería, un
problema que limita la atención, de acuerdo con la doctora Estrella Uzcátegui
integrante del comité COVID-19, la falta de equipos de bioseguridad atemoriza
al personal.
"Nosotros
somos centro centinela, recibimos los pacientes más graves y moderados, lo que
nos mandan del Ministerio de Salud no son suficientes para cubrir todo lo
necesario en ésta área", argumentó.
Indicó
que los salarios no les permiten adquirir todos los equipos de bioseguridad
indispensables para la atención de la pandemia en el centro asistencial.
La dificultad para
acceder a la gasolina afecta la atención médica
La
galena, dijo que se suma otro problema a la tragedia, la escasez de gasolina.
Informó que pueden abastecer cada dos meses aproximadamente.
"Se
nos asignan 120 cupos a la semana, para un universo de 2.200 vehículos que hay
en el hospital", lamentó.
La llegada de insumos es
tardía para pacientes
En
referencia a los insumos que se necesitan para el tratamiento de los pacientes
infectados por el virus, se debe seguir un protocolo, consiste en la
elaboración de un informe que luego es enviado a Caracas donde es analizado y
luego, envían hasta Mérida el insumo, "esto puede llevar días, no
garantizándole el tratamiento al paciente de recién ingreso", señaló.
Explicó
que no solo se debe al Remdesivir y retrovirales, sino todos los insumos para
el COVID-19.
Las pruebas rápidas:
otro problema
El
doctor Carlos Zambrano, agregó otra denuncia, la deficiencia de pruebas rápidas
para el descarte del coronavirus. Explicó que no siempre tienen los test y que
actualmente se necesitan más.
En
relación al repunte de casos, considera preocupante que se observan personas en
la calle sin tapabocas; y sin cumplir con las medidas preventivas como el
distancia social.
Aseveró
que las semanas flexibles son un dolor de cabeza para el personal de la salud,
ya que los casos incrementan. Hizo un llamado a las personas a cumplir con los
protocolos preventivos y evitar la propagación.