Hoy
miércoles se celebran 210 años de Independencia de la Provincia de Mérida desde
aquel 16 de Septiembre de 1810.
La
independencia de Mérida como la de Venezuela fue en sus inicios obra de
civiles. Convocados por el Teniente de Justicia Mayor Antonio Ignacio Rodríguez
Picón, los merideños habían analizado y discutido en Cabildo Abierto los
acontecimientos del 19 de abril de 1810 en Caracas y tomado decisiones
históricas.
En
la esquina que forman la plaza Mayor, la Casa Consistorial y el Paraninfo de la
Universidad de Los Andes (avenida 3 con calle 23) se reunió el pueblo aquel
domingo 16 de septiembre de 1810, en que se leyeron los oficios dirigidos al
Ayuntamiento de Mérida por las Juntas Supremas de Santafé, Caracas y Barinas,
traídas por el emisario don Luis María Rivas Dávila. Allí se decidió en forma
unánime adherirse a la causa común declarada por las provincias. Ese domingo
Mérida se independizó por partida doble: de Maracaibo, ciudad que había asumido
la capitalidad provincial en 1676, y del gobierno de Cádiz instalado a raíz de
la abdicación de Fernando VII. Los merideños constituyeron una Junta Superior
Gubernativa, Defensora de los Derechos de Fernando VII y su Legítima Dinastía.
El
acta levantada entonces ordena de manera inequívoca el fin de la sujeción a
ambos gobiernos: “cesando por consiguiente todas las autoridades superiores, e
inferiores que hasta el día de hoy han gobernado, las que deben centralizarse
en la enunciada Junta.” (Chalbaud. 1987. Tomo II, pág. 13).