***Promedehum entregó el
cuarto boletín de #MéridaSeApaga, dejando en evidencia que aún en cuarentena;
los merideños deben sortear la falta de electricidad en sus hogares. ***
Emmanuel
Rivas/CNP 23.671
(07-04-2020)
Promedehum continúa monitoreando los cortes eléctricos en Mérida y analizando
las consecuencias que esto genera en los hogares merideños. En un cuarto
boletín presentado dé #MéridaSeApaga; la ONG Promedehum monitoreó las fallas
eléctricas en varias zonas y municipios del estado, pudiendo determinar que en
municipios del páramo como Rangel, Cardenal Quintero y Pueblo Llano, en un
periodo comprendido entre el 1 y el 31 de marzo, las horas sin electricidad
fueron de 85 en Rangel y 95 en Cardenal Quintero y Pueblo Llano.
De
la misma manera en parroquias como la Osuna Rodríguez del municipio Libertador,
sus habitantes estuvieron un total de 82 horas sin servicio eléctrico. En parte
la Urbanización Los Sauzales, parroquia Mariano Picón Salas el tiempo que sus
habitantes estuvieron a oscuras fue de 90 horas y 30 minutos, mientras que
parroquias como la Domingo Peña (Santa Juana) y la parroquia Arias (La Joya),
fueron las más afectadas con 118 horas y 15 minutos y 123 horas con 45 minutos,
respectivamente.
En cuarentena, pero sin
luz
Como
parte de las medidas implementadas por el régimen de Maduro para frenar la
propagación del Covid-19 en Venezuela, el pasado 16 de marzo se decretó una
cuarentena total en todo el territorio nacional. Esto significó que los
venezolanos pasarían las 24 horas del día en sus hogares; demandando a su vez,
mayor fluido eléctrico para realizar actividades que permitieran hacer más
llevadera la drástica medida.
Durante
los primeros días de la cuarentena los cortes eléctricos disminuyeron en
algunas zonas, sin embargo, se incrementaron las fluctuaciones (bajones bruscos
y continuos de electricidad), como señala Rigoberto Lobo, director de
Promedehum, “eso se traduce en mayores daños a electrodomésticos los cuales son
muy difíciles de reponer por la debilidad económica generalizada que presenta
la población”.
Comenzada
la segunda semana de cuarentena, se intensificaron nuevamente los continuos e
incluso más prolongados cortes de electricidad; los cuales, vienen acompañados
de fuertes fluctuaciones que se mantienen hasta la fecha.
Otro
punto importante y que debe ser destacado, es el desabastecimiento de gas
doméstico; lo que obliga a las personas a depender de la electricidad para la
preparación de los alimentos, pero que se ve limitado ante la falta del
servicio. El suministro de agua también se ve afectado por los continuos cortes
de luz, pues zonas residenciales, requieren electricidad para poder tener agua,
limitando incluso las medidas de seguridad e higiene frente al Covid-19.
El
acceso a información preventiva y en cuanto al avance del covid-19 en el estado
y el país está mayormente en internet y poca en los medios de comunicación
tradicionales, para ello las personas necesitan tener electricidad y
conectividad, la segunda se ve afectada por los cortes de electricidad en unos
sectores y afectando a otros, la telefonía móvil desaparece en muchas
comunidades una vez es cortado el suministro de electricidad.
“Los
merideños siguen padeciendo de las inclemencias de los cortes eléctricos,
algunas zonas en mayor medida que otras, pero ninguna escapa a la realidad de
un país y un estado que poco a poco se apagan”, finalizó Rigoberto Lobo.