Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229
Los merideños ante la escasez del suministro del gas licuado doméstico, los que pueden y tienen espacio en sus viviendas, optaron por recurrir al uso de la leña para cocinar los pocos alimentos que haya podido encontrar en la calle, sea en los grandes centros de abastecimiento o entre quienes, aprovechándose de la necesidad, los venden bachaqueados y a precios especulativos.
Leña por gas, todo un retroceso en el tiempo y el espacio, en pleno Siglo XXI, toda vez que no ha habido forma y manera, que las Empresas Distribuidoras del gas licuado doméstico, lo suministren a las zonas residenciales de la ciudad capital como en las poblaciones del interior del Estado Mérida, como debe ser, las excusas van y vienen, que no hay gas, pero lo raro es que cada semana, se observan camiones cargados de bombonas del producto, vendiéndolas al antojo de los conductores y ayudantes y con el beneficio de la duda, preguntamos
¿cómo es que ellos si cargan y recargan bombonas de gas, las venden libremente en la calle?, pues nada, “al buen entendedor pocas palabras bastan”.