lunes, 17 de diciembre de 2018

La mafia del gas impera en Mérida







Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229

Habitantes de cualquier sector habitacional merideño ante la falta de distribución del gas licuado doméstico por parte de las Empresas Distribuidoras, han optado por trancar las vías de acceso a sus comunidades como medida de presión, para ver si logran el suministro del  producto, cansos de ser víctimas del bachaqueo especulativo, que a todas luces pone en evidencia que la mafia del gas impera en Mérida.

Los tentáculos de la mafia del gas, se mueven a diario, entre bachaqueros, repartidores y quizás propietarios de las Distribuidoras del gas licuado doméstico ya que los merideños al requerir el suministro del codiciado producto, vía telefónica o personalmente a cualquiera de las Empresas sea Arsugas, Busgas, Mattera Gas, Mérida Gas, PDVGAS, les dicen “no hay gas pero si pueden vayan a la planta de llenado” y la necesidad les hace anochecer o madrugar, exponiendo su humanidad en una cola, aparte de pagar por un puesto, lograr le llenen el cilindro o para cuando a los mafiosos bachaqueros lo decidan.

La rayada excusa de que no hay gas, que los camiones están parados por falta de aceite, cauchos, etc., se contradice cuando se observa un camión cargado de bombonas, circulando por la ciudad, estacionado en esquinas estratégicas, conductor y ayudante cobrar lo que se les antoja por el producto, aprovechándose de la necesidad del pueblo y supuesta escasez, que pareciera orquestada, toda vez que en las Empresas Distribuidoras, le dicen que no hay gas pero los camiones andan por ahí, cuyos operarios las venden a precios exorbitantes, hasta prometen traérselas a sus viviendas, si les dan lo que les piden.

La situación es por demás intolerante, ha llevado a los merideños a trancan las vías,  exponiéndose a la represión policial, como medida de presión cuyo clamor generalizado es “qué nos traigan el gas”, respuesta que no llega como debiera ser, ante la mirada indiferente de las autoridades competentes, en fin, en Mérida, no hay gobierno que valga.

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