Los
merideños deben asimilarlo y entenderlo así. Los procesos electorales deben
dejar de ser una fantasía para la gente y una garantía de permanencia de las
mafias de la política.
Exhortamos a la resistencia, a los excluidos y
atropellados por los partidos políticos, a los profesionales con ideas e
ideales, a todos aquellos que creyeron en la patria nueva de Chávez hoy
destruida y a quienes se resisten a retornar al pasado a respaldar mi propuesta
de gobernar Mérida. No vivo de la política soy un hombre de carácter y quiero
el bienestar para todos. Es la oportunidad de darles una lección a los
políticos tradicionales.
Tengo
la capacidad y el conocimiento para trasformar el estado junto a los merideños
que aman su tierra. Así lo aseguro
Daniel García Arellano candidato a la gobernación por el partido regional PMI.
Señalo
que garantizara el abastecimiento
equitativo de alimentos básicos para los merideños. Mientras se supera la crisis
socialista. De manera directa garantizar el funcionamiento real y efectivo de
la red ambulatoria y hospitalaria.
Saneamiento de la administración de los recursos del estado. Disminuiré
el 70% de las nominas de empleados de las
instituciones que delinquen desde hace una década cobrando sin trabajar,
unos y otros ejecutando acciones de amedrentamiento de la ciudadanía.
Depuración
de la corrompida policía del estado. Crear un cuerpo de inteligencia que
controle las acciones desmedidas de la autoridad y castigue el chantaje la
extorción y corrupción.
Prioridad
el apoyo a los productores de alimentos, defensa de la propiedad privada y
recuperación de las instituciones. El cambio real político es nuestra tarea más
ambiciosa pues trabajaremos para incentivar
a la gente honesta, preparada con gran vocación de servicio social y
comprometida con la construcción de un estado modelo a que asuman los espacios
al consejo legislativo, alcaldías y concejalías para que la sociedad se
responsabilice y protagonice el cambio y la transformación de la gestión
pública eficiente. Las mentiras,
promesas, imposiciones y el centralismo irrespetuoso serán parte del pasado
obscuro que vivimos.