Son años en la misma situación sin que se superen estas acciones
desmedidas de la autoridad local. Los habitantes de las Resd. El Molino y
Centenario sufren cuantiosos daños.
Daniel García habitante de residencias el
molino ubicadas frente a la estación centenario del trolebús en nombre de
cientos de afectados acuso a la policía del estado de causar daños de manera
reiterada a los apartamentos del conjunto residencial. Semanas atrás
funcionarios policiales acompañados de colectivos dañaron las instalaciones de la garita de
vigilancia, arrancaron el portón de acceso a las residencias y se lo llevaron.
En los días sucesivos los funcionarios
quienes se enfrentan a los manifestantes, piedras en mano arremeten contra los
ventanales de los apartamentos. Ya es una práctica recurrente que al parecer
les genera satisfacción. También se
hacen presentes funcionarias del mismo cuerpo policial que actúan de la misma
forma con el agravante que gritan vulgaridades y asumen conductas inapropiadas
que desdicen de su condición de mujeres al servicio de la ciudadanía.
Cientos de personas de diferentes sectores de
ejido acuden con frecuencia a las convocatorias y tomas de carácter pacífico pero cuando la fuerza
pública reprime sobrevienen los enfrentamientos
y quienes se repliegan ante las bombas y perdigones toman las áreas comunes de
la residencia y allí se genera la violencia por parte de las autoridades que
les parece atractivo tirarle piedras a los ventanales como una forma de
amedrentamiento al sector amen de las bombas y perdigones. Ningún residente ha atacado a los cuerpos
policiales ellos o saben.
En los edificios más afectados viven en su
mayoría personas mayores con padecimientos de salud, niños y menores de edad
que sufren el pánico y zozobra que esto genera y muchos otros reciben su dosis
cuando les parten los vidrios también de los carros. En estos casos no hay a
quien acudir ante la impotencia solo queda desmantelar los ventanales colocares
cartón o malla y encomendarse a Dios.
La policía es signo de todo calificativo por
parte de la ciudadanía y al ellos reconocerlo y aceptarlo poco les importa la
ética, moral, mística y profesionalismo. En estos momentos de tragedia que vive
el país lo único que les queda y que les
identifica como autoridad es el uniforme. El ciudadano les repudia y reconoce
como un enemigo más de la sociedad al que hay que combatir y bajo ningún
concepto ponerlo como ejemplo a seguir. Policía sinónimo de destrucción,
persecución y degradación social e institucional.
Finalmente que aquí expresó es porque lo he visto con mis propios ojos y soy uno de
los afectados, en diferentes oportunidades las jornadas de acecho han sido
hasta de 12 horas como ha sucedido en
estos últimos días.