Los
agricultores en Mérida están enfrentando serias dificultades económicas debido
a los retrasos en los pagos por parte de comerciantes y despachadores. Estos
pagos, que frecuentemente están sujetos a demoras prolongadas, se realizan en
bolívares, lo que acentúa la devaluación del valor del esfuerzo que los
productores dedican al campo.
Andrés Ramírez, un agricultor de la región del
páramo, compartió con medios de comunicación su preocupación sobre la brecha
entre la entrega de productos y el tiempo que toma recibir el pago. "Los
días de cobranzas se realizan entre 30, 60 y hasta 90 días, para poder
recuperar el capital invertido", explicó Andrés.
Los ciclos de pago pueden extenderse entre 30, 60 e
incluso 90 días, complicando la recuperación del capital invertido. Aunque los
agricultores intentan encontrar alternativas para mantener sus operaciones, son
ellos quienes más sufren las consecuencias del sistema actual de
comercialización de alimentos. /Valeria
Fernanda Castro.