miércoles, 8 de enero de 2025

Elba Pérez expone cómo la Imagen del Santo Niño fue expropiada a su familia

 





Yanara Vivas SNTP 6961/ CNP 16770


Diversas historias se han tejido alrededor del origen de la Imagen del Santo Niño de la Cuchilla de Zea, en el Valle del Mocotíes, del estado Mérida, por ende, la señora Elba Pérez de Fernández, decidió contar la historia que fue pasando de generación en generación en su familia, sobre la llegada de la imagen venerada a manos de sus tatarabuelos: Timoteo Pérez y Soledad Duque, quienes residían en el cerro La Cuchilla, lugar que formaba parte del camino real, de quienes, a pie o sobre bestias, recorrían la ruta que unía a los estados Táchira, Mérida y Zulia.

Entre 1845 y 1846, unas hermanas de la Caridad, parientes de la familia les visitaron, trayendo como obsequio una imagen del Niño Jesús recostado sobre un sepulcro y con la cabeza recostada sobre una calavera, elaborada en alabastro, que traían de Roma, incluso bendecida por el Papa Gregorio XVI.

La imagen fue colocada en la sala de la casa que servía de paradero a los viajeros, quienes comenzaron a encomendarse al Santo Niño, cuenta la señora Elba.

Con el tiempo, Román, hijo de la pareja y bisabuelo de quien narra la historia, decidió construir una capillita con las limosnas que los viajeros dejaban ante los pies del Niño, utilizando tierra pisada, un material muy usado en la época.

Teniendo la capilla, Román destinó las nuevas limosnas para el mantenimiento, reparaciones de la misma y para ayudar a los vecinos que necesitaran algún préstamo, narra la señora Pérez de Fernández.

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