jueves, 10 de agosto de 2023

Padre Kike: "Me voy, pero me quedo"





Con voz entrecortada, y centrada en la frase "Me voy, pero me quedo",  Monseñor Luis Enrique Rojas Ruíz (Padre Kike), se despidió de Mérida y la Universidad de Los Andes (ULA), durante la misa organizada en su honor, este 8 de agosto de 2023.

El oriundo del sector El Chama de la ciudad de Mérida y recién designado III obispo de Punto Fijo , celebró misa en el Aula Magna, para posteriormente ser honrado en un acto especial con la condecoración Pedro Rincón Gutiérrez.

Durante la homilía expresó palabras muy sentidas que no sólo lo emocionaron,  sino que también hicieron llorar a muchos de los presentes.

Importancia de las despedidas

Se trata de una despedida momentánea porque uno nunca se va de donde uno es, dijo.

Destacó que las despedidas son necesarias para conocer nuevas experiencias y realidades.

 Amor a los ulandinos

"Queridos ulandinos, me los llevo en mi oración, y en mi corazón habrá siempre un lugar para todos ustedes, pero no me lleguen todos a la vez" esto último hizo reír a los presentes.

Prosiguió leyendo con dificultad luego de reprocharse el por qué había escrito eso, al no poder evitar el llanto.

Con la reiterada frase "me voy pero me quedo" mencionó situaciones y gente que lo acompañaron en todo el territorio merideño.

Memorias entrañables

Recordó la hospitalidad en las cocinas de los pueblos donde lo recibieron como en su casa.

Me voy pero me quedo con los estudiantes en la calle cuando me pedían que no los dejara solos en la lucha por sus derechos.

Se queda en las misas de grados, en la vaguada del Mocotíes, en el sufrimiento de la gente, en las visitas a los privados de libertad,  en las ollas solidarias y en los momentos más críticos del país.

También en la huelga de hambre de los médicos, con los sacerdotes y sus familias en tiempos de pandemia.

Se mantendrá en el recuerdo con los comunicadores sociales que le acompañaron en todo momento para hacer de su trabajo un apostolado en todos los ambientes que fuera necesario.

Solicitó a los ulandinos mantener viva la fé y no tener a los retos porque son oportunidades para crecer. Sean luz en medio de la oscuridad, les solicitó.

"Les estaré eternamente agradecido por este homenaje y hasta siempre querida Universidad de Los Andes" dijo quien muchos por su cercanía lo llaman padre Kike, en lugar de monseñor. (Prensa ULA/NP/ 6549) 

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