En el aniversario de los 464 años de la fundación de Mérida, este domingo la ciudad amaneció engalanada con sus picos vestidos de blanco.
Sus calles tapadas con la neblina particular que le caracteriza, el calor de su gente orgullosa de la tierra donde nacieron, crecieron, estudiaron y trabajaron.
La ciudad universitaria, la de las nieves eternas, la de sus calles empedradas, el Teleférico más largo, alto y moderno del mundo hoy está de cumpleaños. Con la transformación de la Mérida colonial, a la de la era moderna, con sus atractivos que la hacen una ciudad única.
A pesar de la crisis económica y social, la ciudad no pierde su encanto, su gente sigue siendo amable y bondadosa.
La crisis de los servicios públicos también la golpea a diario, continuos apagones, sin agua potable, colapso de los servicios telefónicos y de internet; pero aún así ofrece un abanico de posibilidades para disfrutar de parque naturales y temáticos que te trasladan en el tiempo para conocer la ciudad de antaño.
Rica en gastronomía, el mercado principal ofrece a propios y visitantes un amplia carta para degustar entre la pizca andina, los pastelitos andinos, la taza de chocolate y el tradicional calentao.
Que sean muchos años más, la evolución en positivo para la Mérida de Venezuela, la ciudad turística por excelencia dónde el turista se siente como en casa.