Daniel Garcia secretario general del PMI asegura que las Ubch, bricomoles , consejos comunales y otras estructuras enclenques y deficientes, ejecutan el maquillaje a medias de una acción espasmodica de gobierno que muestra la distorsión que impone e implementa el estado para deslindarse de su responsabilidad con la sociedad venezolana de ofrecerle servicios públicos básicos aceptables y el mantenimiento riguroso de la infraestructura sanitaria y educacional entre otras.
Sin ninguna preparación técnica y sin los materiales necesarios y algunos de mala calidad han pretendido asumir competencias de las instituciones del estado en materia de infraestructura para crear la sensación del empoderamiento de las comunidades cuando la verdad es que el estado le escurre el bulto a los afectados ciudadanos.
Aquí no se ha construido una obra de infraestructura nueva, simplemente se sigue cabalgando en las de vieja data que aún subsisten y los funcionarios de gobierno de las diferentes instancias viven inaugurandolas y no reinaugurandolas por el simple hecho de pintarlas y cambiarle algunos bombillos.
Ejemplo claro es ver a educadores y trabajadores de escuelas públicas que fueron llamados a trabajar en vacaciones para reparar algunas escuelas con carácter obligatorio. En pleno conflicto laboral no hubo acogida a tal política que debía ser compartida con los sectores militares, milicianos, policiales y con las viciados estructuras oficialistas. Las ubch tienen un instructivo que cumplir y no saben como cumplirle a los jerarcas de la revolución.
La eficiencia y la corresponsabilidad de la socirdad pasa por la inversión justa de recursos y por la ejecución y supervicion de los mismos por conocedores de la materia en cada área determinadas.
Ninguna política social implementada en estos tiempos cuenta con la aprobación del pueblo. Salarios de hambre, sistemas de salud y educación desprotegidos, desasistidos y desmantelados.
Empobrecimiento generalizado de la familia , migración sostenida por la falta de oportunidades hambre y desolación y pese a este panorama alarmante y degradante las respuestas del regimen son políticas mediocres que en ningún momento se han convertido en una verdadera solución.
Finalmente otros dos ejemplos del fracaso es sentido por la gente cuando recibe una bolsa de comida con productos de muy mala calidad y cuando un pensionado retira 130 bolivares. Me pregunto será que estas políticas son eficientes y exitosas, se pueden considerar un aliciente o una ofensa a la dignidad del ser humano.
