A comienzos de cada año
*** La principal petición de sus
creyentes es el cese de la pandemia mundial***.
Los cambios sustanciales que se han producido en el
mundo debido a la pandemia (por Covid-19) impidieron que la peregrinación se
llevara a cabo como todos los años, -subir la imagen y celebrar su fiesta en La
Cuchilla- sin embargo, la manifestación de fe y el fervor de sus creyentes es
el mismo, aumenta en la medida en que cualquier creyente es testigo de sus
posibles, prodigios y existentes milagros.
Con toda seguridad desde cada hogar venezolano este
6 de enero fue invocado el Santo Niño de la Cuchilla para que durante este
nuevo año traiga paz al mundo, fundamentalmente que cese el padecimiento en los
pueblos que se han visto duramente golpeados por esta terrible enfermedad.
Este miércoles fue oficiada la
eucaristía al Santo Milagroso, la cual es una asombrosa tradición que se
remonta a más de un siglo y que cada 6 de enero se viene efectuando en la
Iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes como paso previo a la devolución a su
santuario habitual -ubicado en el sector La Cuchilla.
Esta vez la venerada estatuilla de
alabastro estuvo en un hermoso altar desde donde pudo ser observada por sus
fieles.
A las 8:00 de la mañana en la iglesia Nuestra
Señora de Las Mercedes comenzó la homilía que contó con la presencia de los
padres Aldemar Villasmil de la parroquia Nuestra Señora de Regla de Tovar,
Vicente Arellano de la parroquia Nuestra Señora Virgen de El Amparo, Orlando
Montilvo de la parroquia Santa Bárbara de Guaraque; Andrés Parra de la Diócesis
de El Vigía y por supuesto el presbítero Jesús Enrique García, párroco del
Municipio Zea.
Por las medidas de bioseguridad y
distanciamiento social exigidas por las autoridades civiles y religiosas en el
país, dieron paso a la no presencia de un grueso de devotos, los presentes
estuvieron ubicados a razón de dos personas por asiento, todos con la debida
mascarilla y manos previamente desinfectadas con alcohol al momento de
ingresar.
Durante la homilía, el padre Arellano expresó que
Dios es “modelo de paciencia, de justicia de lo divino, médico de las almas,
sacerdote de luz y epifanía del Señor, también se nos muestra a nosotros como
la más grande estrella de la esperanza, de la alegría, humildad, de una
Venezuela próspera donde todos tenemos oportunidades, la estrella de aquél que
nos muestra el camino hacia Jesús. Damos las gracias al Santo Niño de La
Cuchilla porque es él quien nos reúne esta mañana para poder recordarle, que
sea motivo de amor, de entrega y fraternidad, donde todos seamos capaces de
decir: Señor, Gracias por tus maravillas, porque estás en medio de nuestras
familias”.
Entre uno de los recientes milagros se encuentra la
liberación de una niña de cinco años por parte de sus raptores en La Tendida
Estado Táchira, alegría que fue compartida vía telefónica por los familiares de
la pequeña quienes le habían pedido a comienzos del 2021 al Niño de los
Milagros que devolvieran la infante sana y salva.
En la ceremonia fue interpretado el Himno Oficial
al Santo Niño de La Cuchilla en la voz de su propio autor, profesor Aslerio
Rivera. De igual modo, acompañaron además del alcalde Raúl Darío Martínez,
miembros de las fuerzas vivas de Zea quienes permitieron que todo se
desarrollara sin eventualidad.
La advocación del Niño Dios permanecerá en la sede
de la Iglesia de Zea hasta el próximo 08 de enero, cuando retornará nuevamente
a su santuario.
UN
PATRIMONIO CONVERTIDO EN GRANDEZA
La imagen del Santo tiene más de 160 años en su
aldea, según relatos de antepasados los cuales están documentados, indican que
lo trajeron dos hermanas de la caridad que venían a visitar a una familia quien
habitaba en ese lugar, le traían algunos obsequios, otorgándoles entre estos el
más preciado, una imagen del Niño Dios. Al marco de divinidad que difunde una
imagen de alabastro, de aproximadamente diez centímetros, personifica al Niño
recién nacido, recostado en una piedra con el mundo en la mano y la cabeza
reclinada sobre el brazo derecho como si estuviera durmiendo, quienes hacen
vida en la capilla de la Cuchilla le cuidan y adoran por siempre.