A
través de la Arquidiócesis de Mérida con la pastoral social Cáritas Mérida,
12.000 panes fueron entregados a personas vulnerables el sábado 13 y domingo 14
de junio, en honor a San Antonio de Padua.
Esta
obra es de las más caritativa y antigua de la Iglesia católica, por lo que los
voluntarios de Cáritas Arquidiocesana, en compañía de monseñor Luis Enrique
Rojas, obispo auxiliar de Mérida se abocaron a las calles para entregar el
detalle a los más necesitados, en este sentido, los habitantes de Simoncito,
Brisas del Oro, Justo Briceño, El Pedregal y La Carabobo, fueron algunos de los
beneficiados. Asimismo, los panes fueron entregados a los párrocos de varias
comunidades eclesiales de la arquidiócesis para que canalizaran el alimento.
La
tradición está adjudicada a uno de los milagros del santo, tiempo después de
sus canonización, cuando un niño de 20 meses se ahogó, y su madre, pidiendo por
su recuperación prometió que si el niño se salvaba iba a darle a los pobres el
mismo peso en pan que el peso de su hijo, y el pequeño milagrosamente volvió a
la vida.
Como
cada año, miles de merideños fueron beneficiados por “el Pan de Los Pobre”,
como es catalogado en la Iglesia Católica. Una obra, que hoy en día, resulta
más significativa que años anteriores debido a las necesidades que atraviesa la
población ante la pandemia generada por COVID-19, que ha obligado a gran parte,
a reducir su consumo alimenticio.
Departamento de Comunicación de Cáritas Mérida. Sariana Toro, Pasante Única.