Texto
de José Miguel Monagas
Merideños
se movilizaron, este miércoles 19 de febrero, hasta la sede de la Defensoría
del Pueblo para denunciar las secuelas físicas y mentales que sufren a causa de
los incesantes cortes eléctricos de más de 10 horas en la entidad.
Los
manifestantes responsabilizaron a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec)
de darles un trato inhumano y cruel por aplicar racionamientos de forma no
programada y frecuente.
Aseguran
que los cortes eléctricos provocan alteraciones del ritmo cardíaco, insomnio,
sentimientos de frustración, rabia, depresión, miedo, pánico, pérdida de
control con interrupción de las actividades diarias siendo esto más frecuente
en niños y ancianos, así como disminución del rendimiento escolar.
Los
ciudadanos entregaron un documento al defensor del pueblo del estado Mérida,
Camilo Bastos, durante la actividad que transcurrió de forma pacífica.
Mientras
ocurría la protesta en el estado no había ni luz ni servicio de internet este
19 de febrero.
Los
continuos cortes eléctricos inciden también sobre la salud porque los alimentos
que requieren refrigeración, al no mantener la cadena de frío en forma
continua, tienden a descomponerse con mayor facilidad generando en la familia
pérdidas económicas y provocando enfermedades como salmonelosis, colitis,
amibiasis, gastroenteritis, entre otros.