Señalan
que se trata de imponer el modelo educativo de Cuba, además de tapar la falta
de profesores en materias como química, física, biología, inglés, entre otras
Alex Vallenilla
En
una acalorada discusión entre representantes y alumnos, del Liceo Bolivariano
Caracciolo Parra y Olmedo, en Mérida, contra el director de la institución,
Jorge Riera y Néstor Quintero, supervisor de la Zona Educativa, los padres
rechazaron en unanimidad el nuevo currículo educativo aplicado sin consulta en
esa institución.
Los
estudiantes alzaron su voz en reclamo, bajo el amparo de sus padres, “nos han
impuesto un horario de 44 horas imposible de cumplir, unieron varias materias
en una y los profesores no están preparados ni en capacidad de asumirlas, el
horario exige que debemos comer en el liceo y no hay servicio de comedor, el
cual desde hace años dicen que se va a poner a funcionar”, indicó una de las
alumnas en la asamblea, realizada el pasado jueves.
El
director por su parte presentó los elementos del currículo y explicó que se
trata de un nuevo modelo educativo, por lo que entiende la resistencia al
cambio, indicó que el cambio de materias tiene que ver con la implementación de
nuevas áreas de conocimiento.
Entre
los representantes, destacaron reclamos por la falta de profesores, “esto lo
hacen porque no hay profesores de química, física, biología y de idiomas,
porque por la crisis económica y sus bajos sueldos se han ido del país”.
También hubo denuncias de la intención de adoctrinamiento político en las
aulas, señalado por estudiantes que exigen se respeten los contenidos
académicos.
Estudiantes
y representantes exigieron que se cambie el horario y se restablezca el que
había anteriormente y que se consulte a la comunidad educativa si acepta o no
la implementación del programa piloto en ese liceo, “ese mismo currículo
fracasó y acabó con las escuelas técnicas, ahora vienen a estos liceos con lo
mismo”, expresaban a viva voz.
La
asamblea llegó hasta la noche sin acuerdos, los representantes amenazaron con
tomar acciones radicales y no enviar a sus representados a clases, mientras se
mantenga el horario impuesto unilateralmente por el Ministerio de Educación.