Geógrafo José Herrera: Hay que inspeccionar y
eliminar arboles de la avenida Urdaneta para evitar más desgracias
Para el Geógrafo José Herrera, la caída del
Eucaliptus en la Avenida Urdaneta hace pocos días, como dice el refrán
"estaba de ante ojitos", se veía venir, ya que no era ningún secreto para el mas neófito en los estudiosos
forestales, su inmediata caída con
cualquier "vientecito", ya que como todo ser viviente de la
naturaleza, había cumplido su ciclo de
vida de 4 etapas: nacer, crecer, desarrollarse o reproducirse y morir, valga la comparación, son iguales
que los seres humanos.
Herrera señaló que estos árboles del Parque
Tibisay o más preciso muy cercanos al
Parque de Los Escritores Merideños, donde ocurrió la caída del Eucaliptus, que
causó la muerte del Doctor Albio Contreras Maldonado, son arbolones muy
"viejos" que han estado sometidos a los daños por las
enfermedades, falta de nutrientes, luz, agua, espacio, plagas, etc.
"Los árboles, tarde o temprano tenían
que morir y ese el caso del eucalipto, fresnos y otros pinos más del Parque
Tibisay, que están condenados a la caída, sea hoy, mañana, o pasado mañana,
cuando menos se espera. Más aún, estamos en el medio urbano merideño y no en un
bosque nublado de la cordillera merideña, donde los arboles tiene una
"esperanza de vida" menor que en la
selva; de ahí que veamos con
frecuencia el mantenimiento del tronco con pintura blanca y la eliminación
de ramas enfermas (poda),
lo más normal, la sustitución por
otros árboles nuevos.
¿Qué edad tienen estos árboles del Parque
Tibisay?, no tengo la menor idea, ya que mí llegada a esta capital emeritense
fue para la década del 60 y ya estaban
estos árboles, lo cierto, es que algunos de estos testigos vegetales de la
avenida Urdaneta y el aeropuerto Alberto Carnevali, "les llegó la
hora" de ser eliminados, gústele a quien le guste, y a las pruebas remito.
Después del lamentable accidente donde perdió
la vida nuestro amigo Doctor Albio Maldonado, vi el grueso tronco caído sobre la grama y el borde
de la avenida y las raíces que servían para sostener este pesado árbol, en mal
estado; la cofia o raíz principal que lo fijaba al suelo, estaba completamente
deteriorada y las raíces secundarias y terciarias laterales que lo mantenían en
equilibrio latente, igualmente
adelgazadas por el paso de los años, motivo suficiente para considerar
la caída del Eucaliptus, por madurez y vejez, situación que ameritaba su
análisis y la eliminación pronta para
evitar este tipo de desgracia, ya que estos gigantes, por muy bonitos y
frondosos se vean, son considerados como de alto riesgo para el gran número de
las personas y vehículos que por allí caminan y circulan, incluyendo escolares
de los planteles educativos vecinos.
El llamado es a la Alcaldía, Gobernación del
estado y Ministerio del Ambiente a que inmediatamente y aprovechando que
estamos en vacaciones escolares se requiere hacer una inspección del
parque, seleccionando los árboles que ya
cumplieron su ciclo de vida, eliminándolos y reemplazándolos por especies
nuevas, adaptadas a las condiciones físico natural del sector.