Secretario de la ULA analizó afectación del
Edificio Administrativo por inicio de las obras del Trolebús
Este viernes el
Secretario de la Universidad de Los Andes, José María Andérez, sostuvo una
reunión con miembros del Sindicato de Profesionales y Técnicos de la ULA
(Siprula), para analizar la contingencia que se va a presentar próximamente con
las obras del Trolebús, las cuales van a llegar a la zona del Edificio Administrativo.
Las obras que se
hicieron en las canchas del Luis Ghersy, ya van muy avanzadas y han generado un
impacto negativo sobre la avenida Don Tulio Febres Cordero, por lo que se está
analizando cuales van a ser las actividades universitarias que pueden verse
afectadas, por esta razón el Secretario de la ULA, escuchó los planteamientos de
este gremio acerca de cómo poder palear esta situación.
“La idea principal del Siprula,
es que la institución, el personal, los usuarios y las actividades, no se vean
afectadas dentro de este proceso del inicio de la obras del Trolebús en el Edificio
Administrativo. Ellos me plantearon la posibilidad de un horario corrido en
principio, para que se pueda trabajar en la mañana sin problemas y, en la tarde,
las empresas encargadas de las obras trabajaran, les dije que esa es una idea
que me parece que no es viable, porque las empresas van a querer trabajar en
horas diurnas. Esta es una contingencia que va a durar varios meses y que la
podemos resolver a lo interno, si los jefes de oficina y los directores de
dependencia, entienden que hay que ser flexibles y ser tolerantes dentro de los
limites racionales con los horarios de los trabajadores, pudiéramos
experimentar el primer mes, si esa es la forma de manejar la situación”, indicó
el profesor Andérez.
Hay otros problemas que
se generan con el inicio de estas obras, entre estos el desplazamiento del
personal y en el cual la universidad no puede hacer nada, además, resaltó el profesor
Andérez que se suma el problema de los estacionamientos para los vehículos del
personal, en el cual sí podrían tomarse algunas medidas, como la utilización de
los estacionamientos que están al frente de la Facultad de Medicina, proveyendo
alguna vigilancia y un tipo de transporte itinerante que cada 15 minutos pase
por el sector. También hay que ver cómo evoluciona la obra, de manera de poder
constatar si se está afectando la salud de los trabajadores con respecto al
ruido y el polvo.
“Si ponemos de nuestra
parte, si los directores entienden que es una solución de contingencia y que
hay que tratar de ayudar al personal para que tenga la menor cantidad de
problemas posibles, creo que podremos encontrar una solución que satisfaga a
todos y que deje bien parada a la universidad y que no afecte los procesos
universitarios de una manera importante y, además, resguarde la tranquilidad y
la salud de los trabajadores universitarios”, dijo finalmente el profesor
Andérez. Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293